Control de la miopía
Publicado de Virgen del Cortijo en Consejos · 27 Septiembre 2018
CONTROL DE LA MIOPÍA
La miopía es cada vez más común en los niños, más temprana y también más acusada; de hecho, hay muchos pequeños progresando al grado más alto. Tanto es así que muchos especialistas pronostican que en 2050 la mitad de la población mundial será miope. Pero ¿por qué los ópticos nos preocupamos por ello? La respuesta es clara y sencilla: la miopía alta se asocia con más riesgos dañinos para la visión.
La miopía se está convirtiendo en un problema de salud pública, puesto que conlleva el incremento del riesgo de padecer patologías oculares graves, máxime en personas con miopías de más de 5 dioptrías. Por ello, no hay que entenderla como un error refractivo de alta prevalencia????, sino como una condición que incrementa el riesgo de padecer enfermedades del ojo, las cuales pueden producir ceguera. De hecho, una persona con un elevado grado de miopía puede recurrir a la cirugía refractiva para quitársela, pero el riesgo adquirido por la miopía es el mismo, aunque ahora vea bien sin gafas.
Como hemos mencionado, la miopía hace acto de presencia cada vez más temprano. Buena parte de responsabilidad la tiene la modificación de nuestros hábitos de vida, pues, como sabemos, reina el sobreuso de los 'smartphones', tabletas, ordenadores y demás aparatos tecnológicos. Las consecuencias de esa utilización continuada son claras y visibles: cada vez hay más adolescentes con miopías que consideramos altas. Como no hay que menospreciar su importancia, los ópticos-optometristas y demás profesionales relacionados con las ciencias de la visión estamos buscando mecanismos que produzcan un freno en la progresión miópica.
Hoy en día las técnicas de control de la miopía son una realidad y se aplican habitualmente en la práctica clínica. Un buen ejemplo de ellas son el tratamiento con dosis bajas de atropina, la ortoqueratología y las lentes de emborronamiento periférico, las cuales se presentan como los tratamientos más eficaces para frenar la progresión miópica. Igualmente, se han desechado otros tratamientos que han mostrado no tener la eficacia suficiente. Por ejemplo, poner menos graduación en las gafas para que el ojo se vea obligado a esforzarse.
Asimismo, sabemos que el vínculo familiar está relacionado con el desarrollo de la miopía. De hecho, tener un padre con miopía aumenta el riesgo de dos a tres veces; los dos progenitores, hasta seis veces.
Pasar tiempo en el exterior es una de las recomendaciones en la que más insisten los especialistas como medio para prevenir la aparición de la miopía. No en vano, algunos estudios recientes han demostrado que estar determinado tiempo al aire libre es clave para evitar el desarrollo de la miopía. Eso sí, una vez que hemos desarrollado miopía, debemos centrarnos en que progrese lo menos posible.
Como ya hemos mencionado, las tres técnicas más relevantes para tratar la aparición de la miopía son la atropina, la ortoqueratología y lentes blandas de emborronamiento periférico. Cualquiera de los tratamientos citados requiere necesariamente supervisión oftalmológica. En nuestro centro Visión & Plus Virgen del Cortijo estamos especializados en dichas técnicas. De hecho, las aplicamos en base a una serie de factores, como la edad del niño, los parámetros del ojo e incluso teniendo en cuenta el deseo de los padres.
Asimismo, en nuestras consultas de control de la miopía siempre desarrollamos un perfil de riesgo sobre el desarrollo o progresión de miopía. Solo así podemos ofrecer un asesoramiento adecuado y personalizado a los padres acerca de cuál es la mejor forma de abordar este problema, pues cada niño es diferente.